Lo que tenía que ser una vuelta exhibición, terminó como una jornada negra para Ferrari y su piloto, Charles Leclerc. 

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Para los amantes de la Fórmula 1, el actual líder de la categoría se subió al histórico Ferrari 312 B3 con la que debutó Niki Lauda en la escudería italiana. Con esa maquinaria, Lauda se colocó como uno de los mejores pilotos de la historia, y por ello se llevó a cabo el homenaje en Mónaco, en la semana previa al Gran Premio de Cataluya, en Barcelona. 

Allí, Lelcrerc se subió al monoplaza y comenzó con el espectáculo, pero perdió en control en una de las curvas, hizo un semitrompo y terminó chocando contra uno de los muros del circuito callejero. El insólito incidente llegó en La Rascasse, donde la joya de escudería italiana de Maranello quedó dañada en la parte trasera. El alerón de un monoplaza está valuado entre u$s6.000.000 y u$s8.000.000.

Horas más tarde, el piloto, líder de la Fórmula 1, lamentó lo ocurrido con un mensaje con cierto tono de humor en su cuenta de Twitter: "Cuando pensabas que ya habías tenido toda la mala suerte del mundo en Mónaco, pierdes los frenos en la Rascasse con una de las Ferraris más icónicas de la historia de la Fórmula 1".

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